Casi todos nosotros, respecto a nuestra doble limitación sensorial, hemos vivido con angustia situaciones de auténtico pánico, de sentir un temblor irracional y constante y de que nuestros latidos se volvieran locos en cuanto al ritmo e intensidad. Miedos de otros tiempos, que afortunadamente superados, quedaron fuera y lejos de nuestras vidas. Ahora, ya en la distancia, nos reímos de aquello mientras buscamos con ansia la normalidad en todas nuestras acciones y cuando toca fiesta, aunque sea la fiesta del terror, disfrutamos como nunca de ASOCYL.
Un año más, un Halloween más se completó el aforo con extraordinaria participación, se desbordó la imaginación más de lo previsto y pasamos, divertidos, una noche fantasmal y terrorífica. Es ya un clásico en las actividades adaptadas de ASOCYL pues conviene, de vez en cuando, burlarse de ese miedo que nosotros mismos provocamos adrede para estar alerta hacia lo inesperado y desconocido que sí nos sobresalta. Aquí, en relación a la sordoceguera, estamos muy, pero que muy entrenados!!
Una gran verdad: las cosas que más tememos ya nos han ocurrido en la vida!!